Un estudio elaborado por el Instituto Canario de la Juventud reveló que un veinte por ciento de los chicos con edades comprendidas entre quince y veinticinco años cree que la mujer debe permanecer en casa, al cuidado de los hijos, mientras el hombre trabaja. El dato resulta demoledor y arroja una conclusión que podría resumir una realidad que, en pleno siglo XXI, sigue siendo tabú para la sociedad española: hay profesiones vetadas al género femenino.
Por ello, con el objetivo de erradicar esta modalidad de discriminación sexual, la Cámara de Comercio de Las Palmas, con el apoyo del Instituto Canario de la Mujer, ha puesto en marcha una campaña publicitaria para promover la incursión femenina en profesiones tradicionalmente ocupadas por hombres. Según los datos que maneja la Cámara sólo un dos por ciento de mujeres se forma en los sectores de fabricación y mecánica; y en mantenimiento de vehículos; un 32 por ciento en edificación y obra civil; un 25 por ciento en diseño industrial; y un mínimo 16 por ciento en informática.
Esta campaña forma parte de un proyecto de la Cámara denominado «Promoción de la empleabilidad de las mujeres en profesiones y ocupaciones segregadas». De momento, la iniciativa, que se gestó en 2007 ante la constatación de que algo fallaba en cuanto al número de oportunidades laborales que se ofrecían a la mujer, ha permitido que cinco chicas, de entre 16 y 50 años, hayan sido «tutorizadas» para dar el salto a empleos clásicamente masculinos. Y así, un ochenta por ciento lograron integrarse con éxito en el trabajo al que aspiraban.
La directora del Instituto Canario de la Mujer, Isabel de Luis, destacó que, «aunque queda mucho por hacer para lograr la paridad, este tipo de proyectos promueve la igualdad entre varones y mujeres en profesiones mejor remuneradas, con más ventajas laborales». De Luis señaló que con esta campaña se pretende concienciar a los empresarios y a los orientadores de los centros educativos para que orienten de forma «igualitaria» a los más jóvenes.
«Cambio de mentalidad»
Aunque haya reconocimientos, como la Ley de Igualdad, que intenten aminorar los efectos de la discriminación de género, De Luis opina que «hay que cambiar la mentalidad» para evitar que estudios como el anteriormente citado echen por tierra los progresos de la mujer en el mercado laboral.
Por su parte, la vicepresidenta de la Cámara de Comercio de Las Palmas y presidenta de la Comisión Mujer Empresa, Esther Santana, apuntó que el proyecto ha dejado entrever que existe una segregación formativa y laboral en la Formación Profesional y Ocupacional en la isla de Gran Canaria.
Según sugirieron, los estereotipos mandan y eso influye en decisiones que pueden marcar toda una vida. «Necesitábamos este empujón porque hemos sido nosotras mismas quienes hemos puesto cortapisas en algunas profesiones», destacó De Luis. El lema de la campaña, «Darle la vuelta está en tu mano», resume las intenciones de un proyecto que aspira a seguir creciendo con el paso de los años. Es su pequeña revolución
